Los bebés reborn surgieron en Alemania, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando algunas mamás comenzaron a reformar las muñecas de sus hijas para que pareciesen nuevas, debido a la escasez de recursos en esos tiempos.
Esta práctica ha ido evolucionando, y hoy día, es seguida por coleccionistas, en su mayoría, al ser piezas únicas e irrepetibles.
El proceso de confección de estos pequeños es muy elaborado e implica numerosos pasos. Se parte de un molde de vinilo, y se van añadiendo varias capas de pintura para ir dándole cada vez un toque más real, consiguiendo detalles como venas, arañazos, expresiones y texturas característicos de los recién nacidos.
Su precio varía, según los materiales y el proceso de elaboración los hay desde bebés reborn baratos hasta de miles de euros.
Además de ser jugosas piezas para coleccionistas, los bebés reborn también se utilizan como principales protagonistas en terapias para tratar el Alzheimer o el Autismo en niños.
Aunque los bebés reborn en España aún no son muy conocidos, hay miles de seguidores por todo el mundo. La cultura reborn está muy generalizada en países como Alemania, Inglaterra o Estados Unidos.